jueves, febrero 07, 2008

A un mes de la partida



Hoy, a un mes del fallecimiento de Valdo Delgado y Eduardo Pinto, publicamos el recuerdo de dos de sus colegas.



Nos hacían bailar el alma
El dolor es inmenso!!!! Estoy lejos de Mendoza y un puñal al centro del alma nos da la noticia de la trágica partida de Eduardo Pinto y Valdo Delgado, hermanos músicos, personas que nos hacían bailar el alma con su música, con su don de buenísimas personas, luminosas...
Podría decir muchas cosas que tratarían, infructuosamente, de expresar el dolor, pero sería imposible... Sobre todo porque sentimos que hay muchas cosas por delante con ellos, junto a ellos. Habíamos logrado, desde nuestra novísima carrera de Música Popular, que Edu (Pintito) fuera uno de los que se sumara al plantel docente y era como una victoria para la música, como un gol de media cancha, y sentíamos que era solo el principio!!! Con Valdo y Archi Zambrano 'inventamos' el 1º Encuentro de Charango en Mendoza para ver qué interés podía despertar ese maravilloso instrumento, mágico en sus manos, para crear una nueva orientación de estudios de esta carrera, y él tendría, seguramente, un espacio donde aportar su vuelo permanente y largo.
Me cuesta, en estos primeros instantes de conocida la noticia, pensar en que nada de eso será realidad. Será otra realidad, dura, triste, como la que la vida nos pone y enseña, durísima. Pero esta nueva realidad, este andar por la vida y la música sin ellos, tendrá la luz que tantos queridos músicos emanan. Esperemos ser dignos de esa luminosidad, para seguir dando, con ellos, estos nuevos pasos.
Polo Martí, 7/enero/08.


El músico ideal

Escribir una semblanza de un amigo que acaba de partir a un lugar mágico es difícil

No me alcanzaran las buscadas palabras en mi escueto lenguaje.

Simplemente, recuerdo 3 imágenes imborrables en este momento.

1º) CUANDO LO CONOCÍ: yo era guitarrista de los Niños Cantores de Mendoza (allá por 1992), y ensayábamos junto a Aníbal Cuadros, Tilín Orozco y si mal no recuerdo, Pepe Sánchez en la percusión.

En un momento se paró el ensayo porque llegó una señora con un niño gordito de pelo largo con unos bongoes bajo el brazo. Y lo hicieron tocar. Impresionante…! Nos quedamos boquiabiertos. Era él: EDUARDITO PINTO, que finalmente entró al Bachillerato Artístico Musical (secundaria de los Niños Cantores), donde aprendió su ABC de la teoría y solfeos musicales, además de descubrir instrumentos que luego dominó

2º) CUANDO LO ESCUCHÉ LA ÚLTIMA VEZ: el 26 de dic ppdo, en el Bustelo, acompañando Patricia Cangemi en un tango (NADA) SOLO CON EL BAJO!. No hacía falta ningún otro instrumento!. Él lo hizo sonar de una manera que nos dejó a todos lo que lo estábamos escuchando (y que lo admiramos) también con la boca abierta. GENIO!

3ª) fue la última persona-músico-amigo e integrante de mi banda (BandAncha) que saludé en el Bustelo ese 26 de diciembre, con el auditorio aún de pie; antes de bajarme del escenario. MUCHAS GRACIAS (entre otras cosas) le dije…
MUCHAS GRACIAS EDUARDO QUERIDO, porque los que tuvimos la posibilidad de conocerte, arriba y abajo del escenario, como colegas o como mero público melómano, has producido lo que un artista sueña, comunicar sensaciones, de las mejores. Y ni hablar de las risas por sus comentarios, ácidos y no tanto.

SI tengo que encontrar algo “bueno” de este tristísimo momento, es que ha dejado su semillita en esta vida terrenal, sangre de su sangre, su primogénita, que nacerá en abril y que seguramente – como Angelito de Dios - ya debe haber sido conocida y mimada por su gordo y barbudo papá, en el mejor lugar que podemos anhelar los hombres de bien.

Te extrañamos “EH PINTOR…!”

Pd: no me olvido de Valdo. La imagen que me queda de él es su amplia sonrisa, bonachón y laburador, muy laburador, buscador de sensaciones a través de ese diminuto y ancestral instrumento que es el charango. Compañero inseparable en su riquísima vida profesional, espero que ambos estén haciendo disfrutar a “los de arriba” con sus “MILES DE NOTAS” musicales.

Javier Rodríguez

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