viernes, septiembre 23, 2005

Un guitarrista cuyano que triunfa con el tango


Pablo Budini es un guitarrista mendocino que se fue hace unos años a probar suerte a Buenos Aires, sin imaginarse que el éxito golpearía su puerta antes de lo esperado.Hoy, Budini es uno de los guitarrista más solicitados en la Capital Federal, y hasta de Francia ha sido convocado para grabar un disco de tango. Actualmente integra la agrupación de tango Bardos Cadeneros, con la cual el mendocino ha cobrado fama a nivel nacional y con la que realizará una gira por Estados Unidos.
Un tanguero cuyano
“En el 2001 me fui a la gran ciudad con Freddy Vidal, un músico increíble que me metió en el tango. Es el referente más grande que tengo, es mi maestro. El loco me puso a su altura, cuando yo no lo estaba y me llevó a que compartiéramos escenario juntos. Pero como lo hizo conmigo, lo hizo con Miguel López y Gonzalo Thomé porque es un tipo muy amable”, asegura el ex Markama.
Por estos días el mendocino se encuentra presentando el disco Suerte loca, junto a su agrupación de tango. Disco del cual la prensa especializada ha destacado el aporte artístico de la guitarra cuyana de Budini. “Yo toco como toqué siempre. Lo que pasa que los porteños notan la diferencia en la guitarra”, dice con total modestia.“A Bardos Cadeneros entré hace un año y mis compañeros de banda son Hernán Lucero (voz), Carlos Viyer (guitarra) y Sergio Barberis (guitarrón). Con este segundo disco nos está yendo muy bien, en él están como invitados la pianista Hilda Herrera y Colacho Brizuela. Y estaremos presentándolo en Estados Unidos, a fines de setiembre y esperamos ir a Mendoza, para fin de año, para el Festival de Tango Joven”, dice Budini.
El tango, un estilo de vida
Para Budini, hacerse de un nombre en Buenos Aires no fue fácil. “En Mendoza, empecé a tocar a los 16 años en Las Voces del Plumerillo, después fui músico de Pocho Sosa e integré Markama. Cuando llegué acá no era nadie y tuve que empezar a trabajar de otras cosas, como hacer sonido u operar en un estudio de grabación”, cuenta el mendocino desde su casa en Avellaneda y agrega que tuvo que aprender a convivir con tangueros que se toman “a pecho” la vida del arrabalero. “El ambiente del tango no es un ámbito fácil. Si naciste en Buenos Aires sos tanguero, sino no”, explica Budini, aunque asegura que para los mendocinos la vida en la gran ciudad es más fácil que para otros argentinos. “Los porteños tienen un buen concepto de nosotros. Les fascina Mendoza porque dicen que es una ciudad muy linda y muy rica culturalmente”, remata el guitarrista.

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